jueves, 22 de abril de 2021

¿SIRVEN LOS PLANES DE GOBIERNO EN NUESTRO PAÍS?

 






¿SIRVEN LOS PLANES DE GOBIERNO EN NUESTRO PAÍS?

 

                                                                      Roberto Claros Cohaila

Socio de A&R Instituto

 de   Investigación Aplicada e Innovación

 

En teoría, en cualquier organización pública o privada, los planes deben ser considerados de vital importancia. Tratándose de un nivel de gobierno, estos deben ser el referente principal para la gestión, así como para los procesos de monitoreo y evaluación: sin embargo, en la práctica, es común observar en nuestro país, la poca importancia que se les da, inclusive desde la postulación de un candidato al gobierno nacional, regional o local. También, se observa, la poca importancia que les dan los electores, cuando no votan por una buena propuesta programática, ni por un excelente plan, y son pocos los que se interesan que se cumplan. La falta de una cultura de planeamiento y de evaluación de cumplimiento, no es solo responsabilidad de candidatos, sino de la propia sociedad civil, y principalmente de la clase política que mantiene esto, sin lugar a dudas porque les conviene, un marco normativo no vinculante entre el plan y la gestión. Esto puede ser parte de la estrategia para que nada cambie, para que se perpetúe el modelo económico y la “santa democracia” que vivimos. Aunque hay cada vez más, de los que pensamos QUE ESTO NO ES UNA DEMOCRACIA, tal vez una Oclocracia o peor aún una CLEPTOCRACIA.

De otro lado, observamos que el SINAPLAN – Sistema Nacional de Planeamiento que lidera el CEPLAN, ha hecho un gran esfuerzo, para actualizar la metodología y herramientas para mejorar el sistema, pero vemos que NO HAY VOLUNTAD POLITICA, esto lo vemos permanentemente en el Congreso, y en el ejecutivo, el poder de decisión, lo mantiene siempre, el Ministerio de Economía y Finanzas, ligado al manejo de los sistemas de presupuesto, contabilidad, tesorería, los programas de incentivos y de Presupuesto por Resultaos. En consecuencia, bajo estos mecanismos, los procesos de Descentralización y Modernización del Estado (Políticas de Estado 08 y 24 del Acuerdo Nacional) quedaran por mucho tiempo en la agenda nacional pendiente.

 

Para elegir al nuevo Gobierno Nacional, en la Resolución N.º 0330-2020 del JNE, se pide considerar los Objetivos de Desarrollo Sostenible-ODS[1]. Para observar el cumplimiento de esta exigencia, tenemos un reciente estudio de la Universidad del Pacífico[2]. De otro lado, el formato para alcanzar el resumen del Plan de Gobierno, pide la priorización de LOS PROBLEMAS, OBJETIVOS ESTRATEGICOS, INDICADORES Y METAS CON VALOR CUANTITATIVO (2021 - 2026), esto para cada una de las DIMENSIONES: SOCIAL, INSTITUCIONAL, ECONÒMICA Y TERRITORIAL-AMBIENTAL. En consecuencia, si no hay un adecuado alineamiento de los planes de gobierno, con los ODS al 2030, y a su vez estos no apuntan AL DESARROLLO, ni al cierre de brechas, ni la priorización de los problemas, objetivos estratégicos, entonces corresponde hacerse la pregunta ¿Para qué sirven estos planes?

También es importante observar, si los planes, INCORPORAN LINEAS ESTRATEGICAS PARA LA ACCIÓN, un plan de arranque, y pautas para el monitoreo y evaluación; si esto no es así, serán simples documentos para el archivo, pero no un referente técnico, ni factor claves de éxito para la gestión gubernamental, que oriente o facilite el desarrollo de nacional, regional o local.

El primer pilar de la Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública está referido a POLITICAS Y PLANES, el SINAPLAN señala ampliamente la articulación de los planes sectoriales, territoriales e institucionales, estratégicos y operativos, mas no desarrolla la importancia y mecanismos para la necesaria articulación con los planes de gobierno.

El SINAPLAN navega bien en el aspecto técnico y un plan de gobierno generalmente se queda en el plano político; por tanto, aquí falta incorporar en el modelo, a los planes de gobierno, como bisagra entre lo político y lo técnico, asimismo también falta integrar y facilitar al gestor público, para que tenga una mirada politécnica y estratégica para el desarrollo.

La experiencia nos dice, que los planes de gobierno con enfoque para el desarrollo, son de vital importancia, pero observamos, que solo la calidad y coherencia de los planes, no garantizan una buena gestión, porque está de por medio, el desempeño y coherencia de la clase política, sea esta de gobierno o de oposición, y de otro lado, el compromiso, liderazgo e integridad de los gestores públicos. La experiencia nos dice también, que entre otros factores claves de éxito o factores limitantes, tenemos al capital social, participación y compromiso de los partidos políticos, la sociedad civil, y los niveles de institucionalidad y gobernanza que permitan auspiciar y apoyar la gestión y un buen gobierno para el desarrollo.

Finalmente, después de las reflexiones señaladas en el párrafo anterior, podemos ensayar a manera de conclusión, que teniendo un débil marco normativo y de espaldas a las exigencias para facilitar cambios reales que orienten al desarrollo nacional, LOS PLANES DE GOBIERNO, no sirven como referente para la gestión gubernamental. Esta última se queda en lo administrativo, mirándose el ombligo, haciendo resistencia pasiva al cambio, por eso que se hace más de lo mismo. No hay articulación ni punto de encuentro entre lo político y lo técnico. De otro lado, mientras los políticos, no tenga una mirada estratégica para el desarrollo y estén mirándose el ombligo en sus pleitos domésticos, y no asuman nuevos enfoques, actitud y compromiso, estaremos destinados a que todo esto no cambie, más aún si continua en la agenda pendiente nacional:

·         Fortalecer una cultura de planeamiento, monitoreo y evaluación de la gestión pública desde la sociedad civil.

·         Revisar el marco normativo para hacer vinculante los planes de gobierno nacional, regional y local.

·         Fortalecimiento de valores cívicos y de participación ciudadana en el ciclo de la gestión gubernamental.

·         Reforma política y electoral para cualificar la representación nacional, regional y local.

 

 

 






 

 

 

 

  


[1] En setiembre de 2015, se aprobó en la ONU la Agenda 2030 - 17 Objetivo del Desarrollo Sostenible.

[2] Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico (2021). Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y los Planes de Gobierno.